sábado, 20 de julio de 2013

Puede que el olor de tu coche este verano haga del invierno un hogar cálido y lleno de besos donde quedarse a vivir.
O puede que a tu lado siempre sea verano.
Pero pase lo que pase yo estaré aquí para averiguarlo.

domingo, 14 de julio de 2013

Esto podría llevar tu nombre; pero tampoco es tan bonito

Si supiera
hablar de ti de la misma manera que te pienso
no sé hasta donde nos llegaría eso
que llaman amor
y tú conviertes en magia

Si supiera
acabaría con esto antes de que acabe conmigo
de tanto caminar
fumar
viajar
beber
ser o estar
sin ti.

Por fin he entendido que no hay canciones que hablen de todo lo que eres
ni poemas, ni paisajes, ni cervezas y ni por supuesto otra mujer
que te haya in-tentado como yo.

He intentado encontrarte en otros besos
he intentado besarte en otros labios
he intentado hasta no intentar buscarte.
He intentado (d)escribirte tantas veces que ya he perdido la cuenta.
He intentado buscar una canción que hable de ti sin escatimar en detalles
He intentado, por intentar, esperarte.                          
                                                               
                                                            - Y sigo haciéndolo -


jueves, 11 de julio de 2013

Ahora
estarás haciendo magia
besando a otra
jodiendo a la luna con tu sonrisa

o todo a la vez.

Y yo te echo de menos

lunes, 1 de julio de 2013

II

Quererte es que no baste una vida para contarlo,
que no estén escritas las canciones
ni los poemas,
que los poetas no sepan hablar de amor.

Quererte es pasear desnuda Gran Vía en pleno
enero
y arder, como tu mirada, hasta Princesa
en busca del primer hostal que ofrezca cama
y guerra mientras nos dure el verano.

Quererte es
no sé
qué más

Es. Eres.

Quererte es eso que se parece tanto al vértigo
que quiero saltar cada cinco segundos

Búscale tú una explicación a todo esto
que otra vez estoy contando
los martes que (nos) caben desde aquí a tus lunares.

Todos y cada uno de ellos.

Los dieciocho escalones hasta tu cuarto
Los nueve dígitos de tu número de teléfono
Las cuatro esquinas de tu cama
Los hoyuelos que acaban en tu espalda
que desde que los vi,
no encuentro el verso que le ponga fin a esto.

Se me ocurre que a lo mejor
quererte es eso,
no buscarle el fin a tus medios.

y ¿sabes?

Sonrío.