domingo, 30 de diciembre de 2012

HG

Noto que mi corazón no sé, no va...

sábado, 29 de diciembre de 2012

No tengo nada que hacer contra sus curvas, contra los hoyuelos que acaban en su espalda, porque se que están ahí, los he visto, en sus ochenta fotos de "mírame qué buena estoy"
No tengo nada que hacer contra el fuego de conocer a alguien desde cero, que a mi ya me conoces más que yo misma y eso que juré que nadie entraría tan dentro y mírame... Cansada, indefensa, pletórica de ausencias, por contradictorio que parezca, de tus orgasmos, de los míos que ya no son tuyos, de los tuyos que ahora le pertenecen a ella.
No tengo nada que hacer contra su pelo largo ni su risa de musa ni con su espalda ni con sus mil kilómetros de piernas patrocinadas por vendedores de seda.
No tengo nada que hacer contra ella y tus erecciones ni con vuestras fotos que me duelen porque son más bonitas de lo que nunca fueron las nuestras. No, eso nunca. Contra eso ella si que no puede hacer nada.

No se si lo sabes ni si te importa, pero te extraño, y te lo digo así porque se que te pone el acento que escondo. Porque es lo único que se ocurre hacer contra sus curvas, contra el tiempo y el olvido que se cierne sobre nosotros, o tal vez ya lo ha hecho y yo sigo buscándote en la oscuridad mientras tu ya hace meses que encontraste la superficie.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Quisiera pasar la noche haciéndote las cosas que no te he dicho, escribiéndote las cosas que no te he hecho todavía.

Dos

El hacía el amor también con palabras, por eso no quise que nunca dejara de escribir poemas, aunque no fueran para mi, leerle era como verlo desnudo, follando conmigo o con cualquiera, indefenso, cansado, enamorado, perfecto, poeta. Eso era él.

 Y mucho más

martes, 25 de diciembre de 2012

Galápagos

Hubiera sido precioso hacer aquel viaje a Galápagos contigo, verte amanecer y sonreír entre arena blanca y tortugas que hacen poco creíble la teoría de la extinción de los dinosaurios. Mirarnos las manos vacías de miedos y llenas de nosotros y viceversa que siempre es mucho más bonito.
Habríamos follado hasta aprender sin querer el uno del otro a hacernos el amor más allá del océano, lejos del mundo y de Madrid.
Tú con tu cara de niño malo, tus treintaytantos y mis diecipocos, mi risa y nuestros bailes. Hubiera sido precioso. Despertar desnuda entre tus melodías a medio hacer y terminarlas contigo, sin guitarra, sin piano, gimiendo como sabemos, mirándonos como ya no se mira nadie.
Lo sé igual que tú porque también sigo buscándonos en los bares donde nos miramos, donde me tocabas el culo creyendo que nadie te veía y que yo no me daba cuenta. Lo sé porque no me encuentro en tus fotos de Galápagos, porque me llamaste diciéndome que me echabas de menos que la isla sin mi no tenía tantas playas, que bailar con mulatas tal vez era mucho más autóctono y erótico pero que ellas no te quisieron enseñar la ciudad desde un poema. Qué cosas eh... Yo que siempre quise volar y a ti que te encanta salir corriendo y te acomodaste a correrte con tantas mujeres por tu alergia al compromiso que los corticoides autorecetados te hicieron olvidar el calor de un "te echo de menos"
Qué ilusos. Qué imbéciles,

Qué bonito hubiera sido aquel viaje contigo a Galápagos.

lunes, 10 de diciembre de 2012

No hay más buenas noches que en tus brazos

sábado, 1 de diciembre de 2012

Si se acaba el mundo, como bien afirmó una civilización entera, dentro de veintipico días...

¿Sabes qué?

He vivido, he reído  he amado, he llorado, he jugado, he tenido pesadillas y he dormido con mi hermano, he hecho reír a un niño y lo he consolado, he visto todo lo que cabe en un abrazo, he tomado decisiones y he decidido vivir, luchar por lo que amo, hacer, actuar, jugar y escribir, he conocido a gente maravillosa, he tenido todo lo que alguien puede desear y aunque no sea así me siento orgullosa de todo lo que ha pasado en estos casi veinte años. Si se acaba el mundo, que se acabe, no tengo ninguna duda de que volveré a encontrar a todas esas personas que me importan en otro lugar, en otro tiempo, en otro espacio, pero estarán ahí, porque están aquí conmigo, y eso no me lo puede arrebatar nada ni nadie.