martes, 24 de agosto de 2010

Esquizofrenia

Loca desquiciada, sin Tom ni son sin el equipo que se desmorona, o me desmorona o que sé yo, me aturde, me aturdo sola.
Nuestro baile del viernes, mi sol de invierno.
Mañana me despertaré como hoy, aunque sueñe el despertador. Vieja avestruz que escondes la cabeza bajo tierra sabida de lo que te asusta.
Loca, borracha perdida (ojalá)
Quiero ron.
...
...
No encuentro señal de vida humana, no tengo pulso, no suena nada.
Esta esquizofrenia que va en aumento me desgasta. Lo noto. Me transpasa, me pesa.
No le encuentro sentido a lo escribo, no tiene sentido. No es nada. Es desahogar este mal estar conmigo, esta decepcion conmigo, este cabreo, esta angustia, esta mierda de condicion sobria que me toca.
Quiero ron.
Y lo quiero ya.

domingo, 15 de agosto de 2010

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Había una vez un sitio no había nada, donde no existía, donde a nadie le molestaba nada, donde nadie prohibía nada, donde nadie ataba nada, donde nadie... Nadie, no había nadie, ni siquiera yo.
No había nada, solo el silencio.
No había rejas, podías volar.

viernes, 13 de agosto de 2010

la chica de ayer.


Sigo siendo la misma que era ayer.







Algo más aprendida, algo más consciente de mi misma, pero no he perdido esa sonrisa.
Me escucho más que antes, o tal vez menos. Hago oídos sordos a los fantasmas del pasado, los mismo que de vez en cuando gritan demasiado y me hacen tropezar hasta con las lineas de mis manos.
Se donde quiero ir, pero no cómo voy a llegar. Realmente en ocasiones me siento insignificante y perdida.
Cuando me caigo una voz resuena en mis ideas, en las borrosas ideas de dichas circunstancias y es lo único que veo. "Los cobardes no se llevan las medallas, no dudes que saldrás herida, algún agujero de bala, heridas de metralla, pero no puedes quedarte en el suelo a esperar que alguien venga a salvarte porque entonces, morirás desangrada." Hecho tanto de menos a mi hermano. Entre otras cosas gracias a él adoro el cine bélico.
No quiero crecer, porque creo saber lo que conlleva. No quiero perder mi tiempo en cosas que no me llenan. No tengo ni un segundo que perder de los 29200 días que me queden.
A veces tengo miedo.
Hay días que me despierto con ganas de comerme el mundo.
Y hay días que me pregunto como serían las cosas si... como serán las cosas si... Hay días que me pregunto quien soy.
No estoy anclada a mis recuerdos, pero no los suelto porque no quiero dejar de ser quien fui, quien soy.
Verdaderamente aún no sé quien soy. Sé que soy, pero también que quizás mañana sea otra persona, en otra ciudad, con otro sol.
Creo que lo llaman crecer y/o evolucionar.
Cuando no se que escribir miro al techo y las voces discuten sin permiso dentro de mi cabeza.
Me gustan los elefantes, las jirafas, el color morado y el olor a ceras de guardería.
Siempre me han gustado.
Sé que las personas son como las palabras. Hay palabras que suenan bonito pero tienen un significado horrible, eso les pasa a las personas. Al igual, me gustan las palabras raras. Y las que empiezan con "f".
Sí, sigo siendo la misma. La misma sonrisa de tonta por cualquier tontería. Eso me gusta.
Ah! Siempre quise volar. eso no iba a cambiar, está claro.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Necesito verte aqui.

Realmente se nota tanto que no estás, que siento un vacio inmenso si miro la cama en la que dormias, la cama en la que dormía contigo.
ME siento sola y todo se vuelve frio y gigante y aburrido y trite y vacio.
Se supone que debería ir, con el tiempo, acostumbrandome a tus ausencias, pero cada vez que ayer fué cuando me abrazabas, cada vez que hoy no es ayer me mata.
Te echo de menos, creo que es eso es algo obvio, pero necesitaba decirtelo una vez más.

lunes, 2 de agosto de 2010

Tanto polvo mágico que has dejado de ser hada...

Princesa, siempre supiste enamorarte cuando querías, de quien querías y como querías. Aparte estaba el querer.
Cada día eras, o eres… Cada día eres mas musa, mas zorra, menos palabra y mas metáfora.
No sabrías encajar los golpes. No sabes, lo sé. Eso si, tienes un gancho de derecha formidable cuando el olvido te inunda y le llueves te quieros vacíos a otra.
Eres maestra en el arte de la cestería. El que hace un cesto, hace un ciento, eso es lo que aprendí de ti. Cestos de promesas, cestos de siempres llenos de nada, cestos de noches en vela, cestos llenos de hacerte querer, de manejar criaturas a tu antojo, bruja de grandes poderes, cestos llenos de ese gran poder de convicción tuyo.
Me da pena. Me dan pena ellas. Y me da pena lo que llorará o casi mejor, lo que te odiará cuando encuentres a otra mejor, que se crea tus cuentos, a otra que se crea tus cuentos mejor.
Estas tan vacía que desde aquí, aun escucho el eco.



[Y yo, sigo creyendo en el karma.]