jueves, 22 de marzo de 2012

XXII

Oírte hablar, es decir, que me llames y escuchar tu voz es ese algo que todo el mundo espera pero que está mal confesar. Cuando me llamas y escucho tu voz siento lo mismo que siente Marta cuando se ve a escondidas con Álvaro, es como mil besos juntos, es la frase correcta en el momento justo, como abrir un huevo kinder, un helado en pleno invierno o esa canción que cantas bajito cuando me llamas y escucho tu voz que es como un café por las mañanas, una ducha y un pijama caliente, tu voz que es tan de esa manera de la que tantas veces me he imaginado en tu cama.

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