domingo, 24 de febrero de 2013

D. XXIV


Es domingo y casi no me acordaba de lo que era estar lejos de tu casa. Como antes.
Como ahora.
Las estaciones en las que ya no me esperas desde hace tanto tiempo, te tienen grabado a fuego en la esquina donde destilabas paciencia con tu sonrisa al verme llegar, esperando a que un día solucionase mis problemas con el despertador y llegase a tiempo.
He perdido la noción del tiempo y de tu espacio.
Hago como que no te echo de menos, me repito cada noche que dormir sola es más cómodo, que cocinar para uno es más barato y que ya no ando justa de dinero por tus caprichos.
Y es todo mentira.
La mayor mentira que se me ha ocurrido jamás, las más perfecta y a la única que no soy capaz de escribirle un poema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario