miércoles, 30 de noviembre de 2011

En ese mismo lugar es donde me hablaste de lo que te pasaba, al principio sentías un ligero mal estar, mas tarde te invadía la inquietud de la angustia, las voces, no supe que contestar...
la víspera de mi partida me llevaste a un templo que hay en la ciudad amurallada allí la gente guarda sus secretos en vasijas, me pediste que pidiera un deseo y pedí que tu abrazo no desapareciera nunca.

te prometí que volvería en unos meses, te prometí que volvería...

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